Un poco de historia

Orígenes

Las manifestaciones musicales de la primitiva iglesia cristiana eran similares a las de la sinagoga (canto de los salmos). Los primeros cristianos, a causa de la persecución, cantaban en catacumbas y posteriormente (a partir del siglo IV)  en sus propias iglesias. Con la aparición de la Schola cantorum (grupo de cantantes profesionales creado en el siglo VI para liberar al clero de algunas actividades musicales) el canto se hizo más complejo. Cada región desarrolló su propio estilo de canto, entre ellos se destacaron el canto mozárabe, romano, galicano y ambrosiano (milanés). A pesar de compartir la misma lengua (latín), cada tradición musical cantaba distintos textos: la unificación de éstos fue finalmente lograda por el papa Gregorio Magno (540-604 D.C.), una de las figuras más importantes de la edad media. 

Desarrollo 

En el siglo VIII el acercamiento entre el imperio carolingio y el papado, generó un importante cambio cultural: Los cantantes galos que musicalizaron (en su propio estilo) los textos romanos dieron origen a un nuevo canto (llamado por algunos canto carolingio). Gracias entre otras circunstancias, a la expansión del imperio Carolingio, la aparición de la escritura musical y la difusión de los monasterios, este nuevo canto terminó por desplazar a los demás, unificándose por toda Europa. En memoria de uno de los personajes más importantes de la edad media, adoptó el nombre con el que hoy lo conocemos: Canto gregoriano. 

Schola Gregoriana Maria Mater Dei
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